Durante el pasado sábado, diversas acciones de control fueron llevadas a cabo por el personal de la Guardia Urbana en distintos puntos de la ciudad de Bragado. Los operativos abarcaron desde el control del uso del agua en la vía pública hasta la fiscalización del tránsito y la convivencia en locales nocturnos y quintas particulares. A continuación, se detallan las intervenciones realizadas durante la jornada.
El sábado pasado, el personal de la Guardia Urbana de Bragado se desplegó en distintos sectores de la ciudad para llevar a cabo una serie de operativos destinados a garantizar el cumplimiento de las normativas municipales y de tránsito, así como a preservar la tranquilidad y convivencia entre los vecinos.
En respuesta a llamados de vecinos del barrio ubicado en la dirección Sor Clorinda 194, denunciando la extracción y arrojo de agua en la vía pública desde una vivienda, agentes de la Guardia Urbana se presentaron en el lugar. A pesar de la resistencia del morador de la vivienda para brindar información, se obtuvieron muestras fotográficas y se labró el acta de infracción correspondiente por violar las ordenanzas municipales, la cual fue remitida al Juzgado de Faltas local.
Durante la madrugada del mismo día, el Área de Tránsito llevó a cabo la interceptación de 10 motos, resultando en la emisión de infracciones para 4 de ellas por diferentes infracciones a la Ley 24449 de Tránsito y Seguridad Vial, incluyendo dos casos de alcoholemia positiva. Asimismo, se identificaron a los conductores de 14 autos, de los cuales 2 arrojaron resultados positivos en el test de alcoholemia, lo que resultó en el secuestro de 4 ciclomotores y 2 autos, los cuales fueron remitidos al Depósito Judicial.
En relación con los locales de expansión nocturna, la Guardia Urbana respondió a llamados recibidos en el centro de despachos y emergencia 911, realizando visitas a 4 establecimientos. Aunque no se labraron actas de infracción, se dejaron actas de presencia en el lugar para controlar la actividad nocturna. Del mismo modo, se atendieron denuncias sobre sonidos fuertes en 2 quintas particulares donde se desarrollaban encuentros familiares, logrando la colaboración inmediata de los residentes para reducir el nivel de ruido y mantener la armonía con los vecinos del área.