La empresa Bicontinentar, ubicada en la ciudad de Chivilcoy, atraviesa una crisis que ha derivado en un recorte significativo de su plantilla laboral. Según informó Juan López, representante regional del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Calzado, la compañía confirmó la semana pasada el achique de personal tras un período de dificultades económicas que afectaron tanto a la producción como al pago de salarios.
«Con los delegados y trabajadores, veníamos notando una merma en la producción durante los últimos dos meses. Comenzaron a postergar los pagos, solicitamos una reunión, y ahí se confirmó que estaban complicados con las ventas y no podían pagar los sueldos. Les respondimos que entonces ya no había una empresa. En ese momento decidimos realizar una asamblea permanente que duró 11 días hasta que, el jueves pasado, se depositó el sueldo adeudado y se comunicó el achique de personal”, explicó López a MAÑANAS EN ORSAI.
Una reestructuración para sobrevivir
Con la reducción de trabajadores, que ahora suma 40 personas, la empresa expresó su intención de continuar operando al menos con una línea de producción. Según la dirección de Bicontinentar, este ajuste es clave para intentar recuperar la estabilidad financiera y garantizar la continuidad de la compañía.
“A diferencia del 2018, donde cerraron muchas empresas juntas, ahora está ocurriendo todo mucho más lento. Sin embargo, la liberación de las importaciones claramente va a profundizar esta situación; no es negocio producir”, afirmó López, destacando los desafíos que enfrentan las industrias locales frente a las políticas de apertura comercial.
El conflicto llevó a los trabajadores a adoptar una medida de fuerza con una toma de la planta, que se mantuvo hasta que se regularizó el pago de los salarios. López valoró la actitud de los empleados durante este proceso: “Estar en una medida como son las tomas no es nada lindo ni agradable, pero fue necesario. Todos los trabajadores lo tomaron con seriedad, responsabilidad e incluso cuidado hacia la empresa. Me siento muy orgulloso de haber podido acompañarlos”.
Un sector en jaque
El caso de Bicontinentar no es aislado. Desde hace meses, las empresas del sector industrial enfrentan dificultades crecientes debido a la combinación de factores como la caída de la demanda interna, el incremento de costos, la competencia de productos importados y la falta de previsibilidad económica. Según analistas del sector, el impacto de las políticas de apertura comercial y la inestabilidad financiera están provocando cierres y ajustes de personal que golpean particularmente a las economías regionales.
Mientras Bicontinentar busca un camino para mantenerse a flote, la situación en Chivilcoy refleja un problema más amplio que pone en riesgo la sostenibilidad de la industria nacional y la estabilidad laboral de miles de trabajadores.