La escritora bragadense Cristina Alonso, estará presentando su libro “Chicas que Escuchaban Radioteatros” el próximo lunes en la Feria del Libro. La presentación será compartida junto a la escritora local Rita Corigliano en el estand de la Provincia de Buenos Aires y por invitación del gobierno de la Provincia de Buenos Aires a la Municipalidad. Para ver como se prepara la escritora para ese día, dialogamos sobre su trabajo.

  Cristina Alonso expresó “Yo voy a hablar del libro que presenté en la segunda mitad del año pasado, que es un libro atípico. Si bien mis libros la mayoría están destinados al público juvenil infantil y siempre escribo narrativa, este es una especie de poema y encima dibujado, el libro se llama Chicas que Escuchaban Radioteatros”. Cuando me jubile, hice realidad un sueño que tenía desde siempre, que es dibujar, ilustrar y en los talleres que dictaba Marcelo Sosa fui trabajando algunas ideas y es un libro que yo escribí e ilustré”.

 Sobre la inspiración para este libro, Alonso comentó “Partió de una fotografía, porque hace un tiempo una prima seleccionando fotos me dio una foto de mi madre, que estaba con sus hermanas posando con una bicicleta de varón, en medio del campo, cuando era muy muy jóvenes. Esa foto me resultó sumamente inspiradora, porque era una imagen de mi madre que yo desconocía, mi madre joven. A la escritora le sigue la docente, empecé a unir esta idea de qué nos dice, cómo se lee la fotografía y pensé en un ensayo de Ronald Barthes, La Cámara Lúcida se llama. El analiza la relación entre literatura y fotografía. Habla de una fotografía de su madre cuando era muy niña, también la misma situación de una imagen de su madre desconocida y él se pone a pensar como la foto duplica hasta el infinito lo que en la existencia pasa una sola vez”.

 Agregó entonces “Me puse también a interrogar esa foto y me salió un texto que tiene forma de poema y que vincula a esa época, los años 30, en que unas chicas de campo, que no tenían acceso a la cultura, que tenían una conexión con el mundo solo a través de la radio, que era incipiente. También esa circunstancia única, porque la fotografía, si bien había sido un invento del siglo 19, para chicas que vivían en el campo, era un momento excepcional. Así que también imaginé ese momento en que llega el fotógrafo, porque además había solo un momento, no como hoy que reproducimos imágenes hasta el infinito. A partir de eso, yo interrogué esas fotos, pensé cómo se vestían, los peinados, la época quizá otoño o comienzo de la primavera por la ropa que llevaban, el viento que volaba sus pelos, la moda. Ahí fui trabajando toda una época, que también es contemporánea a los radioteatros”.

 Fue en ese momento donde Alonso aportó “Mi madre contaba que todos los hermanos varones y mujeres trabajaban en el campo. Había un radioteatro que era el de González Pulido que todos seguían, pero cuando estaban trabajando en el campo se morían por saber qué le pasaba a la muchacha o qué le pasaba al protagonista. Así que la que cocinaba y estaba al lado de la radio escribía en un papelito y se lo colgaba a un perro y el perro iba, le llevaba la noticia inmediata de que estaba sucediendo en el radioteatro. Eso me pareció fascinante, porque nos muestra que la necesidad de la ficción. Como todos, vivamos donde vivamos, necesitamos que nos cuenten historias”.

 En relación a los lectores de este libro, Alonso comentó “Todos los que leyeron el libro pensaron en sus madres, sobre todo la gente de mi edad, la gente grande. Pero pensaron en eso, cómo eran sus madres y cómo era aquella época, porque se recrea eso, la época de la radio, la época de la ropa cocida en la casa, de la de la máquina Singer. Pero que también trasciende, porque tiene que ver con interrogar como eran los que nos precedieron, ese vínculo con el pasado y la necesidad sobre todo de fantasía, de imaginación que necesitamos los seres humanos para para sobrevivir a este mundo tan hostil”.

 Sobre las expectativas para su presentación en la feria, Cristina Alonso expresó “Siempre estar en la feria es interesante, es lindo. Uno lo siente como un premio porque siempre hay lectores. La expectativa es mostrar mi libro y hablar de él. Compartir con Rita Coregliano que no conozco y que me gustaría conocer y estar entre amigos, porque probablemente algunas personas conocidas van a ir. La feria es un tumulto y hay de todo, pero yo voy a la feria desde que se inició, cuando uno iba por los pasillos se encontraba a Borges vivo, de la dictadura cuando los están estaban casi vacíos porque la mayoría de los escritores o estaban desaparecidos o en el exilio. La feria también se puede conectar con la historia de este país y con lo que nos pasa”.

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