Para los jubilados, estos no son días fáciles. La cosa se complica cuando les toca hacer filas mientras esperan recibir sus haberes. Y peor si se hace lento.

Por suerte, cada vez que un vecino o grupo necesita colaboración, Bragado dice presente. Eso es motivo de orgullo porque demuestra que no todo está perdido.

Un ejemplo se dio hoy con el club Porteño, que llevó sillas a los bancos y una financiera para que los abuelos estén cómodos. Participaron quienes forman parte de patín y fútbol, acompañados por el presidente Germán Marini.

Al final de la jornada, avisaron que mañana volverán a acompañar a los vecinos que más lo necesitan. Antes desinfectaron todas las sillas así nadie corre riesgo y agradecieron las palabras de aliento y agradecimiento.  

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