En una emotiva entrevista con MAÑANAS EN ORSAI, Carlos Rosales repaso la trayectoria política de Ricardo Ienco, exintendente de Bragado y dirigente justicialista, a partir de los recuerdos de los años de militancia y debate compartidos con él, incluso desde sectores enfrentados del peronismo. El testimonio resalta el valor del diálogo, la convivencia democrática y el compromiso con el funcionamiento institucional como pilares del accionar de Ienco.
“Con Ricardo se hablaba nada más que de las cosas positivas”, expresó Rosales al recordar los últimos años del dirigente. A pesar de haber representado posturas políticas distintas —él desde el peronismo renovador y Ienco desde el tradicional— siempre existió un vínculo basado en el respeto: “Más allá de eso, que era un hombre reconocido, evidentemente por las bases peronistas, siempre tuvimos diálogo, que es lo que hay que rescatar”.
Ricardo Ienco fue intendente de Bragado entre 1983 y 1989, y posteriormente senador provincial. Durante su gestión, mantuvo una política de puertas abiertas y participación activa dentro del Partido Justicialista. “El partido funcionaba como no funcionó nunca más después. Un hombre de la política no tenía problemas en abrir las puertas y en trabajar en función de la comunidad de Bragado”, destacó.
Uno de los momentos más significativos fue el recuerdo de su forma de trabajo con el Concejo Deliberante: “Cuando salía el orden del día, cuatro o cinco días antes de la sesión, él reunía a todos los concejales con el consejo del partido y se analizaba tema por tema”. Esta práctica no solo garantizaba unidad de criterio, sino también profundidad en los debates: “Se discutía el por qué y el para qué de cada uno de los proyectos”.
También hubo espacio para rememorar la vida partidaria en las unidades básicas durante los años ochenta, cuando “había una gran militancia, una grandísima militancia”. En ese contexto, Ienco fue capaz de sumar y articular a distintos sectores, incluso a quienes inicialmente lo enfrentaban. “Ricardo, por ejemplo, asistió a mi cumpleaños en la Unidad Básica”, contó el entrevistado, sorprendido por la actitud abierta del entonces dirigente, que años más tarde también se sumaría al peronismo renovador.
Al finalizar, el entrevistado remarcó que el legado de Ienco trasciende lo institucional: “Dirigentes como Ricardo Ienco llenaban de contenido el debate y la construcción política. Es un ejemplo muy concreto para quienes hoy tienen responsabilidades”.