En el marco de los festejos por el aniversario de la Patria, la parroquia Santa Rosa de Lima fue el escenario de un solemne Tedeum en el que el padre Mariano Cortés dirigió un mensaje en el que destacó la necesidad de ejercer la autoridad desde el ejemplo y el servicio. El acto religioso contó con la presencia del intendente, autoridades y vecinos de la comunidad, quienes escucharon atentamente las palabras del sacerdote.

La parroquia Santa Rosa de Lima se convirtió en un espacio cargado de significado y reflexión durante la celebración del Solemne Tedeum en conmemoración del aniversario de la Patria. El padre Mariano Cortés, cura párroco, recibió al intendente, autoridades y vecinos en las escalinatas del templo, marcando el inicio de un evento religioso emotivo y trascendente.

Con solemnidad y respeto, el padre Mariano acompañó al intendente y su esposa al interior de la iglesia, donde se llevó a cabo el Tedeum. Durante su discurso, el cual constituyó su primera intervención en la comunidad en el marco de un acto patrio, el padre Mariano hizo hincapié en la responsabilidad que conlleva ejercer la autoridad y el poder, enfatizando la importancia de hacerlo desde el ejemplo, el amor y el servicio a la comunidad.

En sus palabras, el padre Mariano Cortés pidió disculpas al intendente por relatar un encuentro previo en el que el jefe comunal mencionó que el cura lo reprendía en el Tedeum. El padre Mariano aclaró que él no reprende a nadie y que incluso se reta a sí mismo. Luego, basándose en el Evangelio, destacó el gesto de Jesús al lavar y secar los pies de los discípulos, una tarea que solo realizaban los esclavos. Explicó que este acto simboliza el amor y el servicio desinteresado hacia los demás.

El sacerdote enfatizó que el gesto de Jesús buscaba despertar en los corazones de los discípulos el deseo de vivir con el mismo estilo de servicio, de ser esclavos de los demás y ponerse en el lugar de los hermanos para servirlos. Asimismo, resaltó que el ejercicio de la autoridad debe surgir del ejemplo y del servicio concreto, y que ninguna autoridad es válida si no se ejerce desde la lógica del amor.

El padre Mariano Cortés concluyó su mensaje invitando a invocar a Dios para que cuide y custodie los destinos de nuestra patria, reconociéndolo como la fuente de toda razón y justicia. Finalizó con un fervoroso «¡Viva la Patria!».

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