Pisó por primera vez Ecuador allá por 2013. Cinco años más tarde, desde junio, sus días en ese país son mucho más que antes. Cuando lo deja, vuelve para Argentina o recorre la región.

Es Gabriel «Tito» Cuellas, un bragadense que hace sonar como nadie el bandoneón desde Quito. Regala los mejores tangos, aunque se adapta «perfectamente» a otros géneros musicales, como hoy le dijo a la 91.5.

En cada recorrida puede conocer, además de los turistas argentinos, «magníficos músicos y cantantes» de otros países. «Se hace una mezcla cultural, y ahí vamos caminando y aprendiendo», agregó.

Consultado por la relación de Ecuador con el tango, comentó que a sus habitantes «les encanta», sobre todo, a los mayores. De acuerdo a su análisis, hubo mucha  influencia de Carlos Gardel, Libertad Lamarque y grandes orquestas.

Vive en el centro histórico de Quito, en una casa del siglo XIX, «muy cómodo». «Es un lugar muy, pero muy bonito», amplió.

Consultado por el coronavirus, respondió que en Quito viene «muy bien controlada la cosa», al compararla con «el mayor problema» que tiene Guayaquil.

No dudó en afirmar que le preocupa esta situación, ya que los artistas pueden ser los últimos en volver a la normalidad.  «Por ahora estamos bien», amplió con la cabeza en algunos ahorros y clases virtuales.

«Vamos para adelante, con confianza y con fe», cerró Cuellas.

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