El reciente coletazo inflacionario, derivado de la devaluación post elecciones, ha dejado un profundo impacto en diversos sectores económicos y en la vida cotidiana de los ciudadanos de Bragado. Uno de los rubros más afectados es el de los medicamentos, cuyo incremento de precios y la falta de disponibilidad preocupan a la comunidad. Para comprender mejor la situación, dialogamos con el farmacéutico Julio Arce, quien compartió su perspectiva sobre cómo funciona la cadena de la medicación y cómo los cambios económicos han afectado a las farmacias locales.
En medio de un contexto de incertidumbre económica, los ciudadanos de Bragado han enfrentado una serie de desafíos en relación con el acceso a los medicamentos, un aspecto esencial para la salud y el bienestar de la población. El farmacéutico Julio Arce, con amplia experiencia en el sector, brindó una visión detallada de cómo la cadena de la medicación opera en tiempos de inflación y devaluación.
Arce destacó que la cadena de distribución de medicamentos involucra a diversos actores, desde las droguerías hasta las obras sociales, pasando por las farmacias y los pacientes. En condiciones normales, esta cadena está ajustada para que los pagos se realicen en tiempos coherentes, permitiendo así el flujo adecuado de fondos para mantener el suministro de medicamentos. Sin embargo, la reciente inflación y devaluación han desencadenado un desajuste en esta cadena, afectando especialmente a las farmacias.
El farmacéutico explicó que los importantes aumentos de precios en los medicamentos, combinados con la inflación, han generado un desequilibrio financiero en la cadena de pagos. Tanto las droguerías como las farmacias enfrentan dificultades para absorber estos incrementos, lo que a su vez impacta en la disponibilidad y el precio de los medicamentos para los pacientes.
Arce señaló que los aumentos de precios, en torno al 20%, superan la capacidad de las farmacias y las droguerías para absorberlos. Este incremento se refleja en la cadena de pago, donde las farmacias deben financiar la entrega de medicamentos a las obras sociales, incluyendo el importante PAMI. Esto ha generado una tensión financiera que afecta la capacidad de las farmacias para comprar nuevos suministros y mantener la disponibilidad de medicamentos en sus establecimientos.
En cuanto a la disponibilidad de medicamentos, Arce mencionó que la inflación y los incrementos de precios han llevado a situaciones de falta de stock en algunas farmacias. Los laboratorios retiran temporalmente los medicamentos de la comercialización hasta que puedan establecer los nuevos precios. Además, la restricción en la capacidad de compra de las farmacias ha llevado a una gestión más cuidadosa del stock disponible, priorizando medicamentos esenciales y tratando de satisfacer las necesidades de los pacientes.
En relación con el anuncio del gobierno sobre la congelación de precios hasta octubre, Arce compartió que si bien los laboratorios se comprometieron a mantener los precios, muchos de ellos ya habían realizado aumentos anticipados para cubrir la incertidumbre económica. Además, destacó que históricamente los precios de los medicamentos han estado por encima de la inflación, lo que genera desafíos para las farmacias y el sistema de salud en general.
Arce enfatizó que las farmacias son parte del sistema de salud y cumplen un papel fundamental en la atención de los pacientes. A pesar de los desafíos financieros, las farmacias locales están comprometidas en encontrar soluciones para garantizar que los pacientes reciban los medicamentos que necesitan. El compromiso y la relación cercana con los pacientes permiten gestionar la situación de manera efectiva y mantener la disponibilidad de medicamentos en la comunidad de Bragado.