La Proveeduría Infantil de Bragado experimenta un renacimiento, convirtiéndose nuevamente en un espacio de vitalidad social y comunitaria. Vecinos y voluntarios comparten sus esfuerzos para revivir esta querida institución.
En Bragado, la Proveeduría Infantil ha recobrado su vitalidad, gracias al arduo trabajo de un grupo de vecinos comprometidos con la comunidad. En estos días, el escenario y el salón principal de la institución se han llenado de vida, con actividades sociales y culturales que han vuelto a convertirla en un punto de encuentro para todos los bragadenses.
Diego Tayeldín, uno de los miembros destacados de la comunidad que participa activamente en la Proveeduría, compartió detalles sobre el proceso de revitalización que ha experimentado la institución. «Es darle vida de nuevo al escenario de la Proveeduría Infantil», expresó Tayeldín. «Hacía mucho tiempo que esa parte de la proveeduría no se estaba usando. Fue volver a darle vida a la parte cultural de la Proveeduría Infantil», agregó.
El trabajo de reconstrucción y revitalización comenzó hace tiempo, pero la pandemia presentó desafíos significativos. Sin embargo, tras superar obstáculos, la Proveeduría ha logrado retomar su actividad con fuerza renovada. Tayeldín destacó la importancia de los talleres que actualmente se ofrecen en la institución, incluyendo un taller cognitivo para adultos mayores, un taller de cocina para chicos con discapacidad, y talleres de folclore y yoga, entre otros.
Para sostener estas actividades y continuar con las mejoras en la infraestructura, la Proveeduría cuenta con el apoyo de la comunidad y de un equipo dedicado de voluntarios. «Estamos lanzando una campaña de socios protectores», explicó Tayeldín. «Además, se sostiene con el apoyo de la comunidad cada vez que salimos a vender algo. Todo eso es ingreso que vamos metiéndole a los talleres y al edificio porque hay que mantenerlo», agregó.
La historia de la Proveeduría Infantil se remonta a décadas atrás, cuando Miguel Garruba y su esposa fundaron la institución para atender las necesidades de los niños de Bragado. Hoy, la misión de la Proveeduría se ha adaptado a las necesidades actuales de la comunidad, enfocándose en proporcionar no solo ayuda material, sino también oportunidades de educación y recreación.
El resurgimiento de la Proveeduría Infantil es motivo de celebración para toda la comunidad de Bragado. Cada paso dado hacia la revitalización de esta querida institución es recibido con emoción y gratitud por parte de aquellos que trabajan incansablemente para mantener viva su invaluable labor social y cultural.