La ex directora de Cultura de la Municipalidad de Bragado, Malena Católica, criticó duramente la gestión actual por la decisión de tapar un mural del reconocido artista Milo Lockett en el Centro Cultural Florencio Constantino. Las declaraciones se hicieron públicas a través de un posteo en Facebook.
La ex directora de Cultura de la Municipalidad de Bragado, Malena Católica, expresó su descontento con la administración municipal actual por su decisión de tapar un mural del prestigioso artista Milo Lockett en el Centro Cultural Florencio Constantino. Las críticas de Católica se difundieron ampliamente luego de un posteo en su cuenta de Facebook, generando una ola de reacciones entre los vecinos y la comunidad artística local.
POSTEO EN FACEBOOK
«OTRO GOLPE A LA CULTURA. TAPARON EL MURAL DE MILO LOCKETT”.
TAPAR LA CULTURA, ESCONDERLA, ROMPERLA, DESCONOCERLA, ETC. TODAS ESTAS PALABRAS RESUENAN EN MI CABEZA CON ESTA DECISION.
Mi descontento con la gestión cultural actual es evidente en el mensaje. La decisión de tapar el mural de Milo Lockett y reemplazar la sala de exposiciones por un emprendimiento gastronómico en el CCFC me ha generado una gran tristeza.
Este mural, fruto de un esfuerzo colectivo entre los vecinos y el artista, simbolizaba la participación y la identidad comunitaria, y su ocultamiento se percibe como un acto de desprecio hacia la cultura y el arte.
El traslado de la sala de exposiciones al subsuelo, un espacio originalmente destinado a las infancias, plantea serias preocupaciones no solo por la pérdida de un espacio cultural vital, sino también por la falta de adecuación del nuevo uso del espacio. Además, ubicar un negocio gastronómico en una zona destinada a la entrada y salida de emergencia del teatro no solo es imprudente, sino también ilegal, según las normas de seguridad.
Mi mensaje subraya una crítica profunda: el Estado, en el CCFC, debería priorizar la promoción y visibilización de la cultura en todas sus formas, en lugar de favorecer emprendimientos privados, especialmente en un contexto donde los negocios gastronómicos locales ya están sufriendo.
La cultura no solo es un derecho fundamental, sino también una herramienta vital para la cohesión social y el desarrollo comunitario. La acción de tapar el mural se interpreta como un acto simbólico de represión y falta de reconocimiento de la cultura popular y comunitaria.»