El CUCI impulsa acciones para revisar impuestos y tasas que afectan las tarifas energéticas, buscando soluciones que optimicen los fondos recaudados y alivien la carga de comerciantes, industriales e instituciones locales.
Ante el significativo aumento en las tarifas de energía, el Centro Unión Comercial e Industrial (CUCI) ha tomado medidas proactivas para mitigar el impacto económico en los comerciantes e industriales de la ciudad. Ayer, dialogamos con Guillermo Anso, presidente del CUCI, quien detalló las gestiones y propuestas que están llevando a cabo.
Guillermo Anso explicó que esta situación no es nueva y que ya habían enfrentado problemas similares durante los tarifazos de 2015 y 2016. «Con la tarifa plana, nos habíamos olvidado del tema prácticamente. Ahora, ante estos dos aumentos de tarifas, estamos revisando nuevamente las tasas municipales, impuestos provinciales y nacionales,» señaló Anso.
Anso destacó que pueden trabajar a nivel local con las tasas municipales, mientras que a nivel provincial y nacional, las gestiones se realizan a través de la Federación Económica de Buenos Aires (FEBA) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). «Más del 50% de la factura de energía son impuestos. Si pagas $20.000, $10.000 son de energía y el resto son impuestos,» explicó.
Consultado sobre las tasas municipales, Anso expresó: «En el último balance presentado en 2023, quedó un saldo a favor de 300 millones de lo que es la recaudación de energía. El municipio recauda el 18% sobre el consumidor final y el 10% sobre el comercio e industria, con lo que se paga el alumbrado público y queda un excedente.» Anso indicó que se pueden trabajar otros proyectos con esos fondos, buscando reducir el impacto de los aumentos de tarifas en los comercios, empresas de servicios, industria y talleres, así como en las instituciones locales.
Sobre las acciones y reclamos que realizan FEBA y CAME, Anso comentó: «A través de FEBA pedimos una reunión con OSEBA para tratar de ajustar la potencia contratada y revisar la categorización. A nivel nacional, se ha creado una comisión de energía para abordar problemas similares en otras regiones del país.»
Anso dio un ejemplo de un comerciante de embutidos cuya factura aumentó de $135.000 a $700.000 mensuales. «En esos $700.000, realmente son $350.000 de energía; el resto son impuestos. Queremos reducir esa carga impositiva porque la tarifa no se va a tocar,» explicó. Añadió que buscan fomentar el uso de energías renovables y proyectos que podrían financiarse con los fondos recaudados del alumbrado público.
Finalmente, Anso resaltó la importancia de trabajar en soluciones a corto y mediano plazo para que comercios, industrias y entidades públicas puedan sobrellevar estos incrementos sin comprometer su funcionamiento. «Proponemos inversiones en energía renovable que podrían compensar los altos costos actuales y beneficiar a toda la comunidad,» concluyó.
El CUCI continúa sus gestiones con la esperanza de encontrar soluciones viables que alivien la carga de los incrementos tarifarios y promuevan un uso más eficiente y sostenible de la energía.