El Colegio Monseñor Espinosa de San José celebró el pasado sábado su 125° aniversario con una emotiva fiesta en el Gimnasio “Madre Camila”. Egresados de diversas promociones, profesores y familias se reunieron para compartir una noche llena de recuerdos y emociones.
El Colegio San José, un referente educativo que ha marcado a generaciones de estudiantes, celebró el sábado 14 de septiembre una emotiva velada en conmemoración de sus 125 años. El evento se realizó en el Gimnasio “Madre Camila”, y fue una oportunidad única para que quienes alguna vez formaron parte de la institución se reencontraran y revivieran recuerdos imborrables.
El colegio, que ha sido un segundo hogar para muchos, abrió sus puertas a lo largo de los años a cientos de estudiantes que, al cruzarlas, forjaron un vínculo profundo que se mantiene vivo. Este sentimiento fue el protagonista de la noche, donde se recordó a religiosas, docentes y compañeros que ya no están, pero cuya huella sigue presente.
Durante la ceremonia de apertura, el gimnasio quedó completamente a oscuras mientras se reproducían audios con las voces de las religiosas y docentes que marcaron la vida de muchos de los asistentes. Este momento emotivo transportó a los presentes a su época escolar, trayendo a la memoria los días de clases, los relojes despertadores que anunciaban la jornada escolar, los saludos en el patio y las interminables mañanas de aprendizaje.
Las promociones desde 1969 hasta 2023 estuvieron representadas en la fiesta, aunque pronto la formalidad de las mesas identificadas se desvaneció para dar paso a un gran sentimiento de unidad. La cena a la canasta, con la infaltable torta de aniversario, fue acompañada de música, baile y, sobre todo, muchas historias compartidas.
El encuentro también fue un homenaje a aquellos que ya no están físicamente, pero cuyo legado sigue presente en los corazones de la comunidad josefina. La noche concluyó con palabras de agradecimiento a quienes organizaron la velada y a los actuales directivos del colegio, quienes continúan trabajando para que la institución siga creciendo y dejando una huella en la educación y en la vida de sus estudiantes.
En un cartel que pegó un grupo de egresados de la promoción de 1971, se leía: “Los recuerdos nos unen para siempre”, una frase que resumió el sentimiento de todos los presentes en una noche inolvidable.
