En Argentina, la cotización del dólar es noticia cuando sube, pero su descenso suele pasar más desapercibido, a pesar de sus implicancias económicas. En las últimas semanas, los distintos tipos de dólar paralelos y financieros, que habían rozado los $1.500, han comenzado a ceder. Esto ha generado un alivio momentáneo en la economía, aunque su duración es incierta. A continuación, analizamos los factores que han influido en esta baja y los desafíos que enfrenta el gobierno para mantenerla.

Intervenciones del BCRA y blanqueo de capitales

El gobierno ha intervenido activamente en los mercados financieros utilizando las reservas del Banco Central (BCRA) para contener la suba del dólar MEP y el contado con liquidación (CCL), que marcan la tendencia del dólar blue. Estas intervenciones, según analistas, han logrado reducir temporalmente la presión cambiaria. A pesar de que las reservas del BCRA apenas han crecido en comparación con agosto (de $27.000 millones a $28.300 millones), la intervención fue decisiva para evitar una devaluación inminente.

Otro factor clave es el inicio del blanqueo de capitales, que ha traído alivio en la cotización del dólar paralelo. Este programa ha incentivado el ingreso de dólares al mercado, generando una mayor oferta que ha colaborado con la caída del valor del blue. Si bien el dólar MEP sigue siendo intervenido, el mercado ha comenzado a mostrar signos de relajación.

Escenario económico incierto: ¿será sostenible la baja?

El panorama de corto plazo podría estar marcado por este «veranito financiero», que se estima podría durar hasta el final del blanqueo. Sin embargo, los analistas son cautos, ya que los desafíos estructurales que enfrenta la economía argentina no desaparecen con estas medidas temporales. Algunos de los puntos clave son:

  1. Compromisos de deuda con el FMI: Argentina enfrenta vencimientos por $24.000 millones para el 2024, sumados a otros compromisos de deuda. Esto mantiene al riesgo país en niveles superiores a los 1.200 puntos, lejos del umbral de los 600 puntos que se considera razonable por los expertos.
  2. Menor generación de divisas por parte del campo: La campaña agrícola enfrenta una sequía que afectará negativamente la cosecha, lo que implica una menor entrada de dólares al país. El campo, principal fuente de divisas, podría no aportar lo necesario para aliviar la escasez de dólares en los próximos meses.

¿Qué podemos esperar?

El desenlace de esta baja en el dólar paralelo está directamente vinculado a las próximas decisiones del gobierno. Si bien el blanqueo seguirá inyectando divisas en el corto plazo, el largo plazo dependerá de cómo Argentina afronte sus compromisos internacionales y logre estabilizar su economía. Una renegociación con el FMI, que hasta ahora se niega a conceder más facilidades, podría ser crucial.

Este respiro cambiario es sólo una pausa en un contexto económico que sigue siendo desafiante para Argentina.

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