Las mismas habían sido interrumpidas durante la pandemia. Sus miembros muestran su satisfacción por volver a ver alumnos recorriendo las estanterías.
La Biblioteca Manuel Belgrano, recibió en el día de hoy la visita de alumnos cuarto grado de la Escuela N°7, en lo que implica, comenzar a recuperar las actividades que normalmente realizaba la institución antes del aislamiento impuesto durante la pandemia.
Rosana Luna, integrante de la biblioteca explicó “Ya estamos en la post pandemia y todas las escuelas están empezando a volver a venir de visita. Empezamos ya la semana pasada… y tenemos una seguidilla esta semana”, al respecto estarán recibiendo alumnos este jueves, viernes y también la semana que viene. “Estamos todos los días poniéndonos en training de nuevo, porque desde el 2019 que no teníamos visitas y ya de a poquito están empezando a volver”, dijo Rosana quien además informó que estas visitas normalmente las realizan o bien la última salita del jardín o en primer grado.
Sobre lo que los chicos descubren en cada visita, Rosana explicó “…Les cuento el funcionamiento, como se hacen los préstamos y cómo se tienen que cuidar los libros. Los dejo este mirar algunos libros que, por ahí en la escuela no tienen este y después terminamos con un cuentito y lo pasamos muy bien”.
Sobre como fue el proceso de la biblioteca durante la pandemia, Luna manifestó: “Con los chicos únicamente, nosotros colaboramos grabando videítos con cuentos que leíamos y que los publicaban en la página de Cultura de la Municipalidad. Sí hacíamos un préstamo domiciliario, pero para adultos que se lo llevábamos a la casa. Cuando se flexibilizó, que se podía abrir, se empezó a venir de a poco, se empezó a dejar entrar, pero no las visitas a la biblioteca. A partir de fines del año pasado se empezaron otra vez a hacer las visitas, pero con recaudos. Ya este año, estamos a pleno. Nos costó, me costó la adaptación, porque de nada, del silencio total, de repente encontrarte con todos los chicos otra vez fue una cosa emocionante”.
Sobre cómo trabajan con los chicos frente a las curiosidades que presentan Rosana Luna comentó: “Tratamos de ser lo más sinceros posibles y los chicos le queda lo que en ese momento necesitan. Por ahí, a veces, pienso que no lo van a entender y no, después ellos guardan en su memoria lo que necesitaron en ese momento. Es un contacto con el libro en un ámbito diferente a la de la biblioteca de la escuela. Es sembrar el granito para la lectura”.
Las visitas se realizan en forma desdoblada por cada establecimiento, con un grupo de alumnos del orden de entre los 25 y 28 chicos. Finalmente, Rosana Luna mostró su satisfacción de recuperar estos encuentros diciendo “Siempre es un disfrute, porque volvemos a la niñez, a revolver el estante, aprender a colocar los libros y ese contacto con la biblioteca que, por ahí hay chicos que no vinieron nunca y es su primera vez”.