En un contexto de incertidumbre presupuestaria y deterioro del poder adquisitivo de los salarios, las universidades públicas argentinas conmemoraron los 75 años de gratuidad universitaria con una jornada de vigilia en todo el país. Desde MAÑANAS EN ORSAI hablamos con Federico Montero, secretario de organización de CONADU, quien explicó que la actividad tuvo como objetivo “defender las universidades y acercarlas a las personas”.
Montero alertó sobre la delicada situación: “Después de un año de lucha por parte de quienes forman parte de las universidades, podemos decir que la situación es muy preocupante. Los salarios de docentes y no docentes han perdido un tercio de su poder adquisitivo”.
Además, advirtió que el presupuesto 2024 proyecta un escenario desalentador: “Tendremos la menor inversión en universidades desde el regreso de la democracia”. Según el proyecto enviado al Congreso, el presupuesto destinado al sistema universitario no contempla un aumento real que compense los efectos de la inflación. En caso e que el presupuesto no obtenga consenso legislativo o sea vetado por el presidente, Montero explicó que se podría recurrir a la extensión del presupuesto de 2023, lo que implica una asignación unilateral de partidas y mayores dificultades para las universidades.
Federico destacó la importancia de la gratuidad universitaria, instaurada en 1949: “No se trata de un capricho; la universidad es un engranaje en el sistema productivo de un país”. Según Montero, desfinanciar la educación superior pone en riesgo la capacidad del país para enfrentar los desafíos de una economía industrializada en el siglo XXI.
Este debate tiene lugar en medio de un escenario económico complejo, con alta inflación y restricciones presupuestarias. Desde el sector educativo, diversos gremios han solicitado que se priorice la inversión en formación como una estrategia para el desarrollo nacional.