Un grupo de productores agropecuarios de la zona de Warnes e Irala han manifestado su preocupación por el estado crítico de los caminos rurales, lo que dificulta el traslado de la cosecha y afecta la vida cotidiana de los habitantes del sector. Pablo Sánchez, productor de la región, expresó en diálogo con MAÑANAS EN ORSAI, que esta problemática «es un reclamo de larga data», dado que las condiciones viales empeoran cada temporada de lluvias y las soluciones que ofrece el municipio no son efectivas.

Sánchez denunció que, tras gestiones realizadas por vecinos y productores, se llevaron a cabo trabajos de reparación en el camino conocido como «Mataco Viejo», pero estos fueron deficientes. «Han hecho un desastre, rompieron los tubos de desagüe en lugar de reemplazarlos y luego cubrieron todo con tierra, lo que puede generar futuras inundaciones», advirtió.

Esta situación afecta a aproximadamente 25 productores de la región, quienes dependen de estos caminos para trasladar insumos y cosechas. «Cuando llueve, los caminos quedan intransitables y muchas veces no podemos sacar la producción o siquiera llevar a los chicos a la escuela», señaló Sánchez. Además, mencionó que el camino real de Warnes y el que conecta con Chacabuco también presentan serios problemas de mantenimiento.

Ante la falta de respuestas concretas, los productores evalúan medidas de presión. Una de las propuestas planteadas es la retención del pago del impuesto rural hasta que se garanticen mejoras efectivas. «No es que nos neguemos a pagar, sino que proponemos que los fondos se depositen en una cuenta judicial hasta que se realicen las obras necesarias», explicó Sánchez.

El reclamo ha sido elevado a las autoridades municipales y al Consorcio de la Red Vial, organismo que gestiona el mantenimiento de los caminos en conjunto con el sector productivo. No obstante, los productores sostienen que las respuestas han sido insuficientes. «Nos reunimos con el delegado, el jefe de maquinistas y otros funcionarios, pero los trabajos siguen siendo deficientes», enfatizó Sánchez.

El problema de la infraestructura vial rural no es nuevo y afecta a diversas regiones del país. Según datos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el 65% de los caminos rurales presentan algún tipo de deterioro, lo que impacta directamente en la logística del sector agropecuario. Además, la falta de recursos como gasoil y repuestos para maquinaria agrava la situación.

«Estamos dispuestos a colaborar, incluso ofreciendo combustible o espacio para que las maquinarias trabajen, pero necesitamos un compromiso real de las autoridades», concluyó Sánchez. Los productores esperan una pronta respuesta para evitar que la situación se agrave con la llegada de la cosecha gruesa, una de las más importantes del año para la región.

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