Carlos Chazarreta, conocido como «Chaza», se alzó con la medalla de oro en la categoría de cultura «Objeto Tridimensional» de los Juegos Bonaerenses. En esta entrevista, nos adentramos en su mundo creativo y en la pasión que lo llevó al éxito.

Los Juegos Bonaerenses, una celebración deportiva y cultural de renombre en la provincia de Buenos Aires, han concluido recientemente, dejando un legado de alegría y logros. Entre los destacados de este evento se encuentra Carlos Chazarreta, quien obtuvo la codiciada medalla de oro en la disciplina de cultura «Objeto Tridimensional». En una conversación exclusiva, descubrimos el talento detrás de esta victoria y la pasión que impulsa a este artista local.

Carlos Chazarreta, apodado «Chaza» por sus amigos, compartió con nosotros su travesía en los Juegos Bonaerenses. Lo que hace que su historia sea aún más sorprendente es que estuvo a punto de no participar en el evento debido a su deseo de presentar una obra completamente nueva. Sin embargo, gracias al aliento de su esposa y su colega Luis Luna, decidió presentar una escultura única: una cosechadora construida a partir de pedazos de una antigua máquina de escribir.

Este año marcó la primera participación de Chazarreta en los Juegos Bonaerenses, y su decisión de sumarse coincidió con una serie de cambios significativos en su vida, incluyendo su jubilación y la de su esposa. Estos cambios le dieron el impulso necesario para aceptar el desafío y presentar su obra al público.

Lo más destacado de la creación de su obra es que Chazarreta no sigue bocetos ni planos detallados. En lugar de eso, confía en su creatividad y habilidad innata para ver el potencial artístico en objetos comunes. La cosechadora, que impresionó a los jurados y le otorgó la medalla de oro, surgió de una máquina de escribir vieja que él veía como el lienzo perfecto para su visión artística.

Durante la entrevista, Chazarreta compartió su perspectiva sobre su pasatiempo artístico. Él describe su enfoque como «jugar de grande», una forma de expresar su creatividad y escapar de las preocupaciones cotidianas. Su amor por la libertad y la naturaleza se refleja en gran parte de su trabajo, que a menudo presenta animales y aves esculpidos a partir de materiales reciclados.

A pesar de su éxito y su participación en exposiciones tanto locales como en otras provincias, Chazarreta es humilde en cuanto a su condición de artista. Prefiere considerarse a sí mismo como alguien que simplemente disfruta creando. Su obra, que puede verse en lugares públicos y exhibiciones, ha sido un medio para expresar su amor por la creatividad y la conexión con la comunidad.

Carlos Chazarreta también ha compartido su pasión por el arte con la comunidad, trabajando en proyectos colaborativos con escuelas locales y organizaciones. Considera que su habilidad para crear es un regalo que le permite contribuir de manera significativa a la sociedad, incluso sin recibir una compensación económica.

Esta entrevista nos muestra que la creatividad no tiene límites y que el arte puede ser una fuente de satisfacción y enriquecimiento personal. Carlos Chazarreta es un ejemplo de cómo la pasión puede guiarnos hacia logros inesperados y cómo el arte puede ser una vía para compartir, inspirar y conectarse con los demás. Su historia es una invitación a todos a explorar su creatividad y encontrar la alegría en la expresión artística.

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