Pablo Corniglia, representante del sindicato CICOP que agrupa a trabajadores de la salud, analiza la compleja situación que ocurrió en el Hospital Municipal San Luís el pasado viernes, destaca la falta de políticas de prevención de adicciones y aboga por una mayor participación en la construcción de la salud de forma transversal.
El viernes pasado, el Hospital Municipal San Luís de Bragado se vio sacudido por un episodio de violencia que dejó a un camillero con graves heridas y provocó un reclamo de trabajadores de la salud y ciudadanos en las puertas del nosocomio. En este contexto, entrevistamos a Pablo Corniglia, quien representa al sindicato CICOP, que reúne a trabajadores de la salud pública, para analizar la situación y sus implicaciones.
Corniglia relató los hechos del viernes: «En la guardia del Hospital, a las 7:30 de la mañana, tres individuos se aproximaron para ser atendidos. Dos de ellos ingresaron, pero uno de ellos salió poco después, y la situación parecía transcurrir con normalidad. Sin embargo, cuando la médica de guardia solicitó que el paciente se acostara para realizar una sutura en su antebrazo, este entró en un episodio de paranoia, temiendo ser lastimado».
El representante de CICOP continuó explicando que es probable que el paciente estuviera bajo los efectos de las drogas y que en ese momento se volvió violento, avanzando hacia la médica. El camillero en servicio trató de intervenir para detenerlo, pero fue agredido por el paciente. Luego, el amigo que había estado esperando afuera también se unió a la agresión, causando que el camillero resultara con una fractura de mandíbula que requerirá un tratamiento específico de 45 días.
Ante esta situación, CICOP decidió tomar medidas. Corniglia dijo: «Nos enteramos de la situación y emitimos un comunicado condenando lo sucedido. Hablamos con las autoridades del hospital y decidimos visibilizar el problema. Ese día, los médicos que asumieron el turno después de las 8 de la mañana estaban preocupados por la posibilidad de que los agresores regresaran, ya que la situación no se había resuelto. Como resultado, decidimos no atender a los pacientes con códigos verdes, que son casos menos urgentes que pueden ser tratados en las clínicas periféricas».
Corniglia también habló sobre la presencia política en la manifestación, mencionando la asistencia del intendente y del candidato Sergio Barenghi. Destacó la importancia de que las autoridades estén presentes en discusiones relacionadas con la salud, ya que la atención médica es un derecho por encima de las afiliaciones políticas.
En cuanto a la falta de políticas de prevención de adicciones, Corniglia expresó su preocupación: «El consumo de drogas está contribuyendo a un aumento en la violencia en las guardias de los hospitales. Existe una falta de enfoque en la prevención y el tratamiento de las adicciones. La Secretaría de Adicciones en Bragado está ausente, y a nivel provincial, los recursos son insuficientes. Esto se refleja en situaciones como la que ocurrió en Bragado».
Corniglia también habló sobre la necesidad de capacitar al personal de salud para lidiar con situaciones de violencia y prevenirlas. Subrayó la importancia de una atención de calidad y de la seguridad de los pacientes y el personal médico.
En cuanto a la mesa de salud, Corniglia planteó que se reúne una vez al mes pero no es vinculante, lo que limita su efectividad. Abogó por un enfoque más transversal en la construcción de políticas de salud que involucre a todos los interesados, incluidos los trabajadores de la salud, en la toma de decisiones.
En resumen, Pablo Corniglia, representante de CICOP, destaca la importancia de abordar la violencia en las guardias hospitalarias, la necesidad de políticas de prevención de adicciones y la importancia de una participación transversal en la construcción de un sistema de salud más eficiente y accesible para todos.